LA RÚSTICA NOBLEZA DE MASCAGNI
“Cavalleria rusticana” (Nobleza rústica) es la única ópera de Pietro Mascagni que se ha mantenido de forma constante en el repertorio, entre otras razones porque habla de las pasiones más viscerales del ser humano. Y lo hace de una forma muy efectiva. Pero antes de tratar el argumento de esta ópera, vamos a ver algunos apuntes acerca de su gestación.
En los años ochenta del siglo diecinueve, dos editoras musicales, Ricordi y Sanzogno, rivalizaban por conquistar una posición relevante en el panorama operístico italiano. La gran baza de Ricordi era que poseía los derechos sobre las obras de Verdi, Donizetti y Bellini. Por su parte, Sanzogno apostó por descubrir nuevos talentos, y a tal fin organizó un concurso para la composición de óperas en un acto, con tema a elección de los participantes. El premio consistía en una cantidad de dinero en metálico y la puesta en escena de la ópera ganadora. Entre quienes tomaron parte en la primera edición, que tuvo lugar en 1882, figuraba un entonces desconocido Giacomo Puccini; su ópera "Le Villi" pasó desapercibida (quedó en un oscuro sexto lugar) pero suscitó, en cambio, el interés de Ricordi. Es decir, que a Sanzogno se le escapó de las manos el futuro numen de la ópera italiana.
A mediados de 1888, un anónimo Mascagni de 25 años que se buscaba la vida como podía en Cerignola, un remoto pueblo de la Italia del Sur, vio en una página de la revista "Il Teatro illustrato" el anuncio del concurso de Sanzogno. El plazo de entrega era ya cercano, así que el compositor se puso de inmediato a buscar un asunto para la ópera que habría de presentar. Fue un antiguo compañero de colegio en Livorno, Giovanni Targioni-Tozzetti, quien le propuso el argumento de "Cavalleria rusticana", una obra teatral de Giovanni Verga que se representaba entonces con éxito en los escenarios italianos; el argumento, ambientado en Sicilia, se centraba en una historia de celos que culminaba en un duelo mortal.
Mascagni aceptó la propuesta de su amigo. Fue asociado también al proyecto el abogado Guido Menasci, que colaboró en el libreto junto con Targioni-Tozzetti. Para adelantar el trabajo, los libretistas escribían el texto a trozos, que enviaban por carta desde Livorno al compositor, a veces incluso en tarjetas postales. Mascagni escribía la música a medida que el texto le llegaba. Sin embargo, en el último instante, cuando ya la obra estaba acabada, el compositor se desanimó, convencido de que nunca ganaría el concurso. Según cuenta la leyenda, fue su mujer la que envió a escondidas la partitura al jurado. Y la obra, entre otras setenta y dos participantes, ganó el concurso. Fue estrenada el 17 de mayo de 1890 en el Teatro Costanzi, de Roma.
Hasta aquí la historia que puede ser más o menos
conocida. Pero lo que quizá no lo sea tanto es que la adaptación operística de
Mascagni del relato de Giovanni Verga no fue la única. Hubo otras dos: la
de Stanislao Gastaldon (1861-1939), titulada "Mala pasqua!", que fue estrenada unos pocos meses antes que la
obra de Mascagni, y otra "Cavalleria
rusticana", esta vez de Domenico Monleone. Monleone, que había nacido
en 1875, presentó su "Cavalleria"
al concurso de Sanzogno quince años después de que lo hiciera Mascagni pero, al
contrario que éste, fracasó. Sólo la "Cavalleria"
de Mascagni se ha mantenido en el repertorio, con un éxito tal desde el
principio que ha eclipsado las obras posteriores del compositor.
En la entrada de mañana, el argumento...
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