ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES (IV)
Vamos de nuevo con un popurrí de anécdotas líricas. En la entrega de hoy tenemos, incluso, un herido.
Un tenor sin voz
La amistad y el entendimiento pueden producir momentos emocionantes en la lírica: en el Festival de Salzburgo de 2012 se presentaba “La Bohème” cuando el director artístico Alexander Pereira subió a escena para informar a la audiencia que el tenor polaco Piotr Beczala había quedado mudo. ¿Quién podía reemplazarlo en el papel de Rodolfo? —se preguntaba con terror—. Los silbidos del público formaban ya un coro atronador cuando Pereira anunció que solucionarían el problema, pero pedía esperar cuarenta minutos más: “El rol de Rodolfo lo va a interpretar... Jonas Kaufmann”.
Se trataba del tenor alemán más requerido del momento, que estaba descansando con su familia a poco más de una hora de la ciudad. Le llamaron por teléfono y le preguntaron si alcanzaba a llegar para cantar, a lo que él respondió: “Voy para allá, espérenme”. Si bien había cantado varias veces el papel de Rodolfo, no conocía la puesta en escena, nada convencional —un plano de París gigante— e imposible de aprender en cinco minutos. Pero encontraron una solución: Beczala haría la mímica sobre las tablas mientras Kaufmann cantaba desde un rincón del escenario. En tanto, como a Kaufmann no le dio tiempo a comer antes de llegar al teatro, muy sutilmente le hicieron llegar algunos bocados y agua mineral. Tanto para los asistentes como los productores, Kaufmann fue el héroe de la noche.
(Fuente: digitalelmercurio.com)
El aplauso más largo
El tenor español
Plácido Domingo recibió este reconocimiento del público durante una
hora y veinte minutos el 30 de julio de 1991, tras interpretar el “Otello” de
Verdi en la Ópera Estatal
de Viena. Aquella noche triunfal, el gran cantante madrileño tuvo que regresar
al escenario de la Ópera un
total de 101 veces. Batía así el récord que ostentaba su colega italiano
Luciano Pavarotti (1935-2007), aplaudido durante 67 minutos tras su actuación
de 1968 en “El elixir de amor”, ópera cómica
de Gaetano Donizetti, en la ópera de Berlín. Entonces, el telón se alzó 165
veces.
Sin embargo, hay que
señalar que la plusmarca de Plácido Domingo se acompaña en El libro
Guinness de los récords por
otra larguísima ovación registrada hace dos años, aunque en ese caso de manera
intencionada. El 26 de junio de 2014, el poeta y performer norteamericano
Dustin Luke Nelson consiguió que los espectadores batieran las palmas durante
dos horas seguidas en el Walker Art Center de Minneapolis. En realidad, se
trataba de una acción incluida en un montaje del artista.
Como
aplauso espontáneo más largo sigue constando, pues, el dedicado a Plácido
Domingo. Nuestro tenor más reconocido recibió en España otro de 32 minutos
el 28 de julio de 2010. Los aficionados al “bel canto” aclamaban
así su interpretación en la ópera "Simón Boccanegra", también de Verdi, en
el Teatro Real de Madrid.
(Fuente:
muyinteresante.es)
Herido en escena (por segunda vez)
En una "Tosca" de 1995, el tenor italiano Fabio Armiliato cantaba el
papel de Mario Cavaradossi en el Sferisterio de la ciudad de Macerata. Tres
minutos antes del final de la obra, su personaje debe ser fusilado. Tras la
descarga de rigor, el personaje, en vez de morir —como era su obligación
escénica— gritó: “¡Socorro! ¡Me dispararon de verdad!”. Entre los
fusiles de utilería había un arma cargada prestada por un coleccionista y una
bala de verdad le había impactado en un pie. La sangre comenzaba a derramarse
en el escenario, y el director Donato Renzetti debió suspender la
representación, que había convocado a unos 2.500 espectadores. Curiosamente, no
era la primera vez que este tenor sufría un accidente en medio de una ópera: ya
había recibido una puñalada en un pie durante una interpretación de “Carmen”,
de Bizet.
(Fuente:
digitalelmercurio.com)
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