FIN Y PRINCIPIO

Dejemos que la suave voz de los violines nos envuelva como un suave abrazo... la música, con ese poder que sólo ella posee, nos transporta hasta el París de mediados del siglo XIX... 


Violetta Valéry, la más bellas cortesana de la capital de Francia, ha muerto. Los objetos que le pertenecieron en vida, que aún pueblan los restos de la que fuera su espléndida casa, van a salir a subasta para pagar las muchas deudas que ha dejado la difunta. Tres hombres, cubiertos con guardapolvos, deambulan entre los muebles semicubiertos por sábanas y escriben en pequeños cuadernos, con gesto serio y desganado. 

Ha empezado a nevar. Por la calle desierta, un joven de aspecto triste camina despacio, al tiempo que se arrebuja en un grueso abrigo de paño. Cuando llega a los pies de la ventana de Violetta, algo en el suelo llama su atención: es una camelia. Alfredo, que así se llama el muchacho, se agacha, toma la flor entre sus manos y, con inmensa ternura, se la lleva a los labios y mira hacia la ventana con el deseo imposible de que su amada se asome. Con triste resignación se aleja despacio, con el rostro de su amor perdido fijo en la imaginación. Poco a poco, va cayendo la noche…

Primer cartel promocional de "La traviata". Fuente: archivo histórico de La Fenice.

Algunos datos acerca de la ópera de referencia:
  • Título: "La traviata" (La extraviada)
  • Lugar y época: París, siglo XIX.
  • Música: Giuseppe Verdi (Le Roncole, Busseto, 10 de octubre de1813 - Milán, 27 de enero de 1901)
  • Libreto: Francesco María Piave (Murano, 18 de mayo de 1810 - Milán, 5 de marzo de 1876), basado en la novela de Alejandro Dumas (hijo) "La dame aux camélias" (La dama de las camelias)
  • Estreno: 6 de marzo de 1853, Teatro La Fenice, Venecia.
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