IL TRITTICO: GIANNI SCHICCHI

"Gianni Schicchi" , la ópera que completa este "Trittico" me parece una delicia de principio a fin, una joya que concentra en su breve duración toda la esencia de una historia divertidísima contada de modo magistral. Como ya sabemos, Giovacchino Forzano (autor también del libreto de “Suor Angelica”) se inspiró para “Gianni Schicchi” en un comentario anónimo de 1866 sobre “La Divina Comedia” de Dante para desarrollar un argumento que bien puede ejemplificar aquello de “ir a por lana y salir trasquilado”. 

Cartel del estreno de "Gianni Schicchi"

Argumento

La acción transcurre en Florencia, en el año 1299. Son las 9 de la mañana del día 1 de septiembre y nos encontramos en la alcoba del rico Buoso Donati, que acaba de morir. Ocho de sus codiciosos parientes rodean con hipócrita desconsuelo el lecho mortuorio. Ante el rumor que corre de que el viejo ha dejado la parte más valiosa de sus pertenencias (la mula, la casa en la que ahora se encuentran y los molinos de Signa) a un convento de monjes, los ocho emprenden una búsqueda frenética del testamento; al fin Rinuccio, sobrino de Zita, prima de Buoso Donati, lo encuentra, pero antes de entregárselo a su tía le impone a ésta la condición de que, si el documento es favorable a la familia, le permitirá casarse con la hija de Gianni Schicchi, Lauretta. La tía acepta, coge el testamento y manda llamar a Gianni Schicchi; pero cuando el documento se lee y se confirma que, en efecto, Buoso Donati ha dejado lo mejor de su fortuna a unos monjes, todos se ponen furiosos y se niegan en redondo a permitir que Rinuccio se case con Lauretta.  "¿Quién me habría dicho que cuando Buoso se fuera al cementerio iba a llorar de verdad?" dice Zita. Rinuccio replica que se equivocan con Gianni Schicchi; quizá sea la única persona que les puede ayudar.

Llegan Schicchi y Lauretta y son recibidos fríamente. Los parientes de Rinuccio no van a dejar que éste se case con la hija del que, dicen, es un advenedizo. Ante semejante trato, Schicchi tampoco quiere emparentar con tales personajes; Lauretta entonces amenaza con suicidarse si su padre no le deja casarse con Rinuccio.

Rinuccio insiste en que Schicchi puede resolver el problema y al fin le dejan, si bien de mala gana, que lo intente. Schicchi hace salir a su hija de la habitación. Después de leer detenidamente el testamento de Buoso, por fin encuentra una solución; salvo los presentes, aún no sabe nadie que Buoso Donati ha muerto, de modo que él, Gianni Schicchi, le suplantará y otorgará un nuevo testamento. Mientras Schicchi se disfraza de Buoso Donati, los parientes tratan de sobornarle cada uno por su parte, para que les deje la mejor parte de la herencia. Antes de que dé comienzo la superchería, Schicchi recuerda a todos que el castigo por suplantar a otro y dictar en su lugar un testamento, tanto para el culpable como para sus cómplices es, primero cortarles una mano y luego el exilio.

Se hace venir a un notario, acompañado de dos testigos. Ante él y encontrándose presentes los codiciosos familiares de Donati, Schicchi dicta en efecto un nuevo testamento, en el que lega a uno esto, a otro aquello... hasta que llega a la parte más jugosa de la herencia, la mula, la casa de Florencia y los molinos de Signa, todo lo cual se lo deja a su devoto amigo... ¡¡Gianni Schicchi!! La furia de los familiares del verdadero Buoso amenaza con estallar, pero Schicchi apaga sus ganas de descubrir al notario la superchería recordándoles cuál es el castigo que les espera si les descubren. Cuando el notario se va, Schicchi echa de la que ahora es su casa a aquellas aves de rapiña. En cuanto a Lauretta, como ahora dispone de una dote no hay obstáculo para que se case con su amado Rinuccio. Y así Schicchi, al final de la ópera, siguiendo la tónica de la commedia dell'arte, pide la indulgencia del público en forma de aplauso: "¿Díganme, señores, si los centavos de Buoso podían terminar mejor?".

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Fuentes: "Guía universal de la ópera", de Roger Alier y www.todoperaweb.com.ar

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